"No respondía a los estímulos, ni siquiera a los dolorosos. En ese momento me di cuenta de que no podía hacer nada más. Estaba en coma", explicó el profesional en declaraciones publicadas en los medios italianos.
También reveló que "si hubiera perdido el conocimiento" habría "tenido que seguir las directrices de su asistente personal de salud, Massimiliano Strappetti, que era como un hijo para el Santo Padre" y que eran las de "ningún ensañamiento terapéutico".
"Durante su última hospitalización pidió expresamente que no se procediera en ningún caso a la intubación", que “le habría ayudado a respirar, pero habría sido difícil volver atrás y extubarlo, con los pulmones infectados de virus”, explicó.