Al llegar al lugar, los agentes encontraron una gresca entre los internos en la oscuridad, ya que la luz del arresto estaba apagada. Después de solicitar que se encendiera la luz, los agentes pudieron divisar a los cuatro internos heridos, quienes presentaban manchas de sangre en diferentes partes del cuerpo.
Los cuatro internos fueron trasladados al patio interno de la U.O.P para recibir atención médica. Este incidente pone en evidencia la necesidad de mejorar la seguridad y el control dentro de las instalaciones penitenciarias.