“Hacen cursos de carpintería, leen la Biblia, pero no aplican lo aprendido. En la cárcel conviven con otros delincuentes y, lamentablemente, salen mejor preparados para seguir delinquiendo”, afirmó.
“La gente trabajadora y honesta puede estar tranquila: la Policía está aquí para protegerlos y seguirá siendo contundente contra quienes hagan daño”, concluyó.