En esa línea, explicó que que el alivio para los países deudores tiene tres componentes: el primero es la reducción en el margen la tasa básica de interés que cobra el FMI por sus programas (la baja es de 100 a 60 puntos básicos, indicó el Gobierno); el segundo es la reducción de la tasa de sobrecargos de 100 puntos básicos a 75; y la tercera es elevar el umbral a partir del cual el Fondo cobra los recargos, del 187,5% de la cuota del país al 300 por ciento. El paquete aprobado entrará en vigor el 1 de noviembre de 2024. "Si bien se redujeron sustancialmente, los cargos y recargos siguen siendo una parte esencial del marco de cooperación crediticia y gestión de riesgos del FMI, en el que todos los miembros contribuyen y todos pueden beneficiarse del apoyo cuando lo necesitan", añadió Georgieva.
"En conjunto, los cargos y sobrerecargos cubren los gastos de intermediación crediticia, ayudan a acumular reservas para protegerse contra los riesgos financieros y brindan incentivos para un endeudamiento prudente. Esto proporciona una base financiera sólida que permite al FMI brindar un apoyo vital para la balanza de pagos en condiciones asequibles a los países miembros cuando más lo necesitan", sostuvo.