Justamente, este cliente estaba más cerca de la puerta y, cuando quiso intentar huir hacia el fondo del local, no pudo. “Entonces, me quedé sentado donde estaba. Tengo amigos que se tiraron al piso y les apuntaron, una imagen horrible. Había nenes en el medio de todo eso”, recordó.
Y también narró que, apenas ingresaron al local, uno de los ladrones le dijo a su cómplice: ‘Agárralo a este que está lleno de oro’. Los asaltantes revisaron una por una a las personas que estaban en la parrilla, no menos de 60: “Les iban sacando teléfonos, anillos, cadenas, todo... Mínimo diez minutos para trabajar tuvieron. Los que lograron escapar llamaron a la Policía y, así y todo, llegaron cinco minutos después de que ya se habían ido”.
Primero apareció un patrullero, luego un par más y finalmente, pasadas las 23.30, una ambulancia. “Por suerte no, no pasó nada, porque si uno solo empezaba a disparar ahí adentro, era una masacre. Había ocho tipos con armas. Fueron violentos sin darle duro a nadie”, detalló el cliente asaltado al que le sustrajeron el celular.